miércoles, 30 de junio de 2010

"La Educación de la Virgen" de la Universidad de Yale. Probablemente el primer "velázquez"

Como publica hoy en exclusiva en su portada El País, en un artículo de Ángeles García, la revista Ars Magazine presenta uno de los artículos científicos de los que más se hablará en los próximos meses en el campo de la pintura española: el de John Marciari sobre el cuadro de La Educación de la Virgen conservado en la Unviersidad de Yale (EEUU), fundamental a pesar de los daños que presenta el lienzo, para entender el primer naturalismo en Sevilla, y una pieza en directa relación con la Inmaculada del Centro Velázquez de la Fundación Focus-Abengoa (publicada como Velázquez en Ars Magazine, 3, 2009 y véanse las entradas anteriores de este blog). Es indubable que con la publicación de este trabajo en las páginas de Ars, Marciari, plantea una debate de gran interés, pues la pintura es sin duda sevillana y se pinta en fechas cercanas a 1615-1616 por un artista que mira directamente al cuadro del mismo asunto de Juan de Roelas hoy conservado en el Museo de Bellas Artes de Sevilla. Por tanto las claves para entender al joven Velázquez están, una vez más, en la pintura de Juan de Roelas y Herrera el Viejo como planteamos en la exposición: De Herrera a Velázquez el primer naturalismo en Sevilla. Conozco esta obra desde el año 2005, fecha en la que Salvador Salort me la mostró, creyendo que podría tratarse de una de las primeras obras de un jovencísimo Velázquez. Marciari ha tenido la buena idea de lanzarse con un artículo repleto de reflexiones y de comparaciones que habrá de ser tenido en cuenta, planteando el fascinante mundo de la formación del artista. A falta de los estudios técnicos que confirmen la mano de Velázquez en la pintura, su pincelada y un análisis de pigmentos, hay evidentes relaciones en el colorido rosado de la Virgen niña y en su rostro con la Inmaculada que fue del Deán López Cepero y hoy está en la Fundación Focus-Abengoa. Otras relaciones evidentes se pueden ver con El Almuerzo del Ermitage o el Santo Tomás del museo de Orléans. Las telas del manto de Santa Ana se quiebran del mismo modo que las del citado lienzo. La pintura hoy dada a conocer también era conocida por Fernando Marías, quien está convencido, al igual del que esto escribe, de la importancia del lienzo en relación a la producción juvenil del pintor sevillano. Esperemos tener la oportunidad de discutir y analizar todas estas obras en un foro científico que permita dar luz definitiva al primer naturalismo en Sevilla, y sobre todo estudiar la pintura directamente para poder dar un juicio más contundente, mientras tanto bienvenido sea este trabajo y la sagacidad de su autor para plantearlo en las páginas de Ars Magazine, que se convierte así en una revista de relevancia internacional y foro plural para los investigadores.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Félix Madero ha dedicado el fin de su programa de hoy al cuadro de Velázquez que han encontrado, aquí os lo dejo
http://www.puntoradio.com/popup/audio.php?id=45421

Benito Navarrete dijo...

Gracias amigos por compartir la información.El blog se hizo para esto. Quería participaros a todos este hallazgo fundamental para Sevilla y para Velázquez.

José Manuel Merello dijo...

Desdeluego tiene toda la pinta de ser un auténtico Velázquez de su primerísima juventud.
El colorido, la disposición de las figuras, la arruga densa de los tejidos. Tambien la "manera" cerrada y de claroscuro intenso, con sombras recortadas en su periferia, -sobretodo en las manos y en los rostros- típico todo ello del Velázquez que avanza cauto y de esta forma hasta la época de "Los Borrachos".
Es increíble pero ya se advierten efectos nacarados en la pequeña Virgen. El viejo de perfil es absolutamente velazqueño. Santa Ana mantiene su mirada con nobleza, serenidad y un cierto aire serio, muy del Maestro. En mi opinión parece la misma mujer que le posará para "Vieja friendo huevos".
Velázquez, el Genio, no lo es para mí hasta por lo menos la etapa de "Las Lanzas". El primer Velázquez es duro y cerrado, torpe incluso, pero es solo de estos errores de donde pueden salir los aciertos maravillosos de su obra final.
Y este cuadro, si finalmente se confirma su autoría, sería una prueba más de todo ello.

o una crònica en transversal... dijo...

Interesante hallazgo que va a replantear la historiografía del jóven Velázquez del que aún conocemos parcialmente. me interesa la afinidad con el naturalismo de raíz de Caravaggio. Así, la cabeza de san José se relaciona con de la Sagrada Familía de Cavarozzi de Focus-Abengoa. Creo que en este contexto sería bueno replantear la atribución de Las Lagrimas de san Pedro que fué de Beruete y Mayer publicó como Velázquez hasta que su suerte cambió en la década de los setanta para pasar a una poco convincente atribución a Herrera el Viejo.

Errabundo dijo...

Me pregunto por la razón que impulsó a Velázquez a adoptar el mismo tema de Juan de Roelas (superándolo ampliamente) cuando Pacheco había rechazado la representación de aquél por inadecuada: siendo el Espíritu Santo quien ejerce sobre la Virgen su magisterio, no procede mostrar a Santa Ana enseñándola a leer. ¿Por qué, entonces, el joven sevillano –que rondaba los 18 años- desafía la tradición y el criterio de su maestro?

http://otracosainquieta.blogspot.com/

Benito Navarrete dijo...

Muchas gracias por su comentario. Efectivamente es muy interesante esta apreciación. Velázquez era un revolucionario, pero también Pacheco critica en su Arte de la Pintura a Caravaggio y sin embargo es fundamental para entender el realismo de la pintura de Velázquez en sus bodegones por ejemplo. Probablemente aquí radique el genio y su personalidad desde el principio muy marcada. Lo importante es que Roelas anticipa el naturalismo y eso es algo que pusimos de manifiesto en la exposición De Herrera a Velázquez. El primer naturalismo en Sevilla, donde la pintura de Roelas tuvo su lugar. La educacion de la Virgen pone esto de manifiesto, incluso contrariando los dictados iconográficos de su maestro en el momento en el que está saliendo de su obrador. Un saludo y gracias por participar en el Blog

Anónimo dijo...

Magnífica noticia la del posible descubrimiento de un nuevo Velázquez de la etapa sevillana. A falta de poder observar el original sería de desear que se subiese a la red una buena reproducción en fragmentos para poder comparar con obras del mismo periodo. Los pliegues de la Virgen niña son, efectivamente, valazqueños. San Joaquín puede relacionarse con "El almuerzo" pero con las reproducciones subidas parece de inferior calidad, como muchos "velazqueños" del catálogo de Mayer. Esperemos que sea un temprano y magnífico Velázquez.

José Manuel Merello dijo...

Completamente de acuerdo. Velázquez tiene su mayor sentido observándolo muy muy de cerca. Lo que más me echa para atrás (siempre con la limitación de una imagen digital tan pequeña) es el manto de Santa Ana, con total ausencia de dibujo en sus pliegues, abotargado y fofo. También me extrañan las manos de la figura cortada del fondo (y sus mangas). Pero sobretodo lo que menos me cuadra es la carita de la Virgen niña; salvo su tono nacarado (muy velazqueño) el modelado es muy torpe, la mirada algo espantada, la frente abultada y golpeada.
Claro que todo ello pudiera deberse a sobrepintes posteriores o a fallos comprensibles en un Velázquez casi niño.