sábado, 11 de enero de 2014

Sobre periodismo, historia del arte y atribuciones

¿Qué está pasando en los medios de comunicación con el tratamiento de determinados "descubrimientos" artísticos? ¿Realmente se están tratando las noticias con el debido rigor contrastando las informaciones con los círculos académicos o con los historiadores especializados en determinados campos? La historia del arte, y especialmente la tradicional que viene a delimitar una personalidad artística o a definir nuevas obras en el catálogo de un pintor siempre han estado en el foco de la prensa diaria de información. La aparición de nuevas pinturas, de otras perdidas o la posible reatribución de determinadas obras de arte consideradas anónimas o en un estado de conservación tan deficiente que impedía su correcto análisis, han hecho, desde luego, que se produzcan notables aportes al conocimiento de estos artistas. Nombres como Caravaggio, Velázquez, Murillo, Rembrandt, Van Gogh o Picasso han dado sustanciosos titulares a lo largo de la historia. Y siempre con el respaldo lógico de los medios de comunicación. En ocasiones estos descubrimientos se producen como producto habitual de una investigación en curso, bien por un historiador, un equipo multidisciplinar de historiadores y restauradores, y en otras ocasiones por parte de un museo y sus respectivos conservadores. En otras ocasiones es fruto del trabajo de un determinado marchante, cada vez los hay más formados y preparados, que por su trabajo habitual se encuentran con obras desconocidas o perdidas. En este sentido recomiendo el intenso y emotivo libro de Artur Ramón; Nada es bello sin el azar, Elba, Barcelona, 2012 que como lo definió Muñoz Molina muestra un secreto "amor al arte" por describir con pasión, conocimiento y sensibilidad una serie de historias relacionadas con nuestro proceloso mundo de las bellas artes. Pero volviendo a los medios de comunicación que deben cumplir con la importante labor de la difusión de los avances científicos cuando realmente éstos son rigurosos y están contrastados: ¿están realmente cumpliendo en los últimos años con esta función de información veraz, rigurosa y enriquecedora al margen del sensacionalismo? Cuando se han suscitado en prensa determinados debates sobre atribuciones o descubrimientos se ha demandado desde la comunidad científica la lógica de que un periódico no es el lugar para zanjar estos debates, sino un congreso, una revista especializada con su correspondiente índice de impacto o un catálogo de exposición o un libro. Esos son los cauces habituales, efectivamente, y la labor de la prensa debe ser informar con cautela para que se conozcan o difundan estas conclusiones científicas. Afortunadamente se han superado ya los tiempos de apresuramiento y falta de rigor que reinaron en el museo del Prado y que hicieron caer a la institución en el más absoluto descrédito cuando se anunció "a bombo y platillo" el descubrimiento de un "Goya" en las dependencias de la Comunidad de Madrid en la Puerta del Sol, cuando realmente -como dijo Alfonso E. Pérez Sánchez- se trataba de una pintura de Mariano Salvador Maella cuyo dibujo preparatorio además, para más inri, lo conservaba el propio museo: http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/1996/03/10/008.html.

En los últimos tiempos estamos asistiendo con cierta frecuencia a la aparición de noticias sensacionalistas sobre nuevos descubrimientos: El Ecce Homo presuntamente de Murillo del que hemos dado cuenta en este blog y en los últimos días, nada más y nada menos que de una supuesta réplica de La Madonna de Foligno de Rafael en una colección particular de Córdoba.
Lo que sorprende negativamente es que medios de comunicación de tanto prestigio y credibilidad como El País se hayan hecho eco de una noticia que no tiene el más mínimo rigor ni crédito, y lo más sorprendente es que la corresponsal de El País en Granada Valme Cortés ni siquiera se haya hecho la pregunta de cuál es la trayectoria del autor del descubrimiento, el desconocido Luis Rodrigo Rodríguez Simón, en qué revista ha presentado sus resultados y el grado de impacto y credibilidad de la misma, qué aportaciones ha hecho a la obra de Rafael previamente, y con que historiadores ha contrastado el tema. Basta con ver la fotografía y el craquelado de la pintura para advertir que es una copia y que el autor del "descubrimiento" no ha contrastado sus datos ni con Miguel Falomir, máximo experto de la obra de Rafael en España ni con ningún historiador de prestigio en el extranjero ni conservador reputado. Sorprende por tanto ver expresiones en la información dada por este periódico de: "El profesor de la Facultad de Bellas Artes Luis Rodrigo Rodríguez Simón ha identificado y atribuido la obra tras un minucioso estudio de varios años basado en la aplicación de una serie de técnicas instrumentales y métodos científicos de análisis". Es un tema tan serio el nuestro de la historia del arte que no puede terminar convirtiéndose en un relato sensacionalista carente del más mínimo respeto y rigor que venga avalado por determinados lugares comunes. Y lo más sangrante es el eco que demás medios se han hecho de la noticia al verlo publicado en un medio del prestigio de El País: TVE en su canal 24 horas, el Mundo, Abc. ¿Qué está pasando? Creo que igual de negativo es informar equivocadamente de un tema como el nuestro que de la prima de riesgo o de un homicidio. ¿Porqué antes los periodistas contrastaban sus noticias con historiadores y expertos reconocidos y ahora no lo hacen? ¿Realmente todo vale por un titular? Creo que son pocos, cada vez menos, los medios y periodistas especializados: unir cultura y periodismo no es fácil. Quizás una de las revistas que lo hacen por el perfil de su director sea Ars Magazine con Fernando Rayón que ha conseguido tratar estos temas con el debido rigor y contrastar las informaciones haciéndose respetar incluso por los historiadores más influyentes. ¿Pero que está pasando en los otros medios de comunicación? Hace unos años con Fernando Samaniego o Ángeles García en El País hubiera sido impensable que este tipo de informaciones se hubieran publicado. Son malos tiempos para la crítica, el pensamiento y el rigor. ¿Involución?

11 comentarios:

Fernando dijo...

Efectivamente, a menudo surgen en los medios de comunicación supuestos hallazgos de obras de un determinado artista, o cambios en el nombre del autor de famosas obras de arte. Son noticias emitidas en la televisión y en los periódicos de información general y que por lo tanto llegan a un elevadísimo número de personas legas en la materia y que darán por cierto el descubrimiento. En la mayoría de los casos la noticia no ha pasado por la criba de un periodista especializado que analice la información llegada a sus manos, que la coteje con la bibliografía existente de esa obra o de lo que podría estar relacionado con ese supuesto nuevo cuadro. Se da como una afirmación categórica solo por el hecho de quién o qué institución emitió el juicio. En ocasiones al periódico o a la cadena de televisión parecen solo importarles lo impactante del artículo sin cerciorarse de su veracidad.
Otro asunto es no el medio de comunicación, sino el del origen de la fuente. En algunos casos sorprenden afirmaciones hechas por personas de renombre que chocan frontalmente con sólidos argumentos que echan abajo sus afirmaciones: véase a modo de ejemplo la teoría de Matías Díaz Padrón de que "Velázquez pintó dos Meninas", publicada hace unos años. Ahora mismo se pueden ver los dos cuadros en el Prado y comprobar in situ, sin necesidad de leer los estudios que muestran las rectificaciones hechas sobre la marcha al pintarse el cuadro, que ni es un boceto por tanto, ni es de Velázquez. Se podrían dar otros ejemplos.
Saludos.

Benito Navarrete dijo...

Muchas gracias Fernando. Efectivamente así es. Gracias a la exposición de Velázquez del Prado y a la exposición de las otras Meninas de Dorset hoy podemos ver con nuestros ojos y juicio propio la inexactitud de la afirmación del profesor Díaz Padrón. La ciencia nace del debate y una exposición no deja de serlo. De todas formas la ciencia también nace de cuestionarlo todo con argumentos sólidos y no creernos todo lo que nos dicen. Yo siempre a mis alumnos en la Universidad se lo decía y cada vez necesito más volver a esas aulas y a esos alumnos a los que tanto debo.

Boro dijo...

En toda esta plaga de atribuciones se mezclan varios frentes. Por un lado, la rápida difusión de las noticias en internet y una especie de competencia que lleva a los medios tradicionales a no contrastar lo suficiente las informaciones publicadas buscando (imagino) no quedarse atrás en la difusión de las noticias frente a medios cuya principal vía es internet. Además en esto se mezcla la ausencia actual de crítica artística en los periódicos más leídos, todas las obras descubiertas son buenas y todas las exposiciones maravillosas.
Por otro lado especialmente en la noticia del "Rafael" de Córdoba se puede ver la "lucha" que a nivel mundial se da entre el connoisseur clásico, como Díaz Padrón, que en la presuntuosa presentación del "descubrimiento" de Las Meninas de Dorset afirmaba que no necesitaba ninguna prueba física (rechazando los cambios observados en las radiografías de la obra original) y aquellos nuevos investigadores que deciden que una obra puede atribuirse solamente con medios técnicos y se pasan por el forro detalles como la calidad de la obra (como tal vez podría ser éste investigador o tal vez no, venido del campo de la biología antes de llegar al del arte). Aquí se debería imponer una influencia mesurada de ambos, ni el simple ojo puede ser definitivo ni los medios técnicos pueden dar una atribución. Además a los medios les encanta que mucha palabras técnicas aparezcan en los artículos (para que hacer una radiografía a la obra si el estudio estratigráfico decía que había una capa de blanco de plomo).

Anónimo dijo...

Gracias a Navarrete más de un incrédulo tenemos alivio y consuelo después de asistir al disparatado desmantelamiento del rigor que debe asumir cualquier estudio sobre el arte, máxime cuando hablamos de nombres de primera línea. La pena es que este atinado comentario del historiador no aparecerá masivamente en los medios de comunicación. Algunas cuestiones son tan elementales que cuesta creer que sucedan precisamente cuando los implicados tienen formación al respecto. Señoras y señores, el espectáculo ya ha colgado los carteles de no hay entradas. No porque se agotaran, sino porque dónde no hay que decir, sencillamente se debe callar. Cuando el anhelo de protagonismo prevalece sobre la prudencia hay que asumir sus riesgos. Todavía no he visto ningún titular con la opinión acreditada de especialistas al respecto, pero no esperen tanto ruido como para acallar las trompetas triunfantes del "descubrimiento mundial" de esta semana. Se da la circunstancia de qué el que suscribe tamaño hallazgo no sólo es restaurador sino que está doctorado en historia del arte, lo cual resulta cuanto menos llamativo y cuanto más irónico por la sencilla razón de que su itinerario profesional debería garantizar la observación de ambas disciplinas cuya asociación resulta complementaria y necesaria para emitir conclusiones serias. Es decir, dispone presuntamente de instrumentos técnicos, científicos y humanísticos, conociendo a la sazón como historiador cuales son las vías de difusión para el especialista en la materia, lo que le habría conducido al discreto descrédito sin tener que pasar por el sonrojo al que su atrevimiento le ha llevado,... pero del dicho al hecho...

Benito Navarrete dijo...

Gracias a todos por vuestros comentarios. No es fácil tener la serenidad para poder escribir lo que uno siente y ve. Hay muchas cosas que pasan inadvertidas para muchos y es una pena. Probablemente porque ya casi a nadie le importa nada. Cada vez hay menos investigadores y cada vez menos sentido crítico. Al menos siempre nos quedará la ocasión de poder expresarnos.

Unknown dijo...

Además existe otro elemento que condiciona todo el arte actual: el económico. Todo vale si aporta dinero a la gente, a las subastas artísticas o a las instituciones.Contamos con medios tecnológicos impresionantes pero no logramos darle el valor artístico de la obra de Arte.

Boro dijo...

Profesor Navarrete que opina del San Pedro en lágrimas comprado con atribución a Herrera el Viejo y hoy expuesto como obra anónima sevillana de la década de los 20 del siglo XVII. ¿Obra de un maestro desconocido o hay alguna hipótesis?
https://www.museodelprado.es/coleccion/novedades/adscripciones-2013/emsan-jeronimo-orandoem-a-partir-de-1533-anonimo-flamenco-activo-h-1520-1540-copia-3/

Benito Navarrete dijo...

Muchas gracias Boro. Veo que le interesan a Ud los mismos temas que a mi. Llevo estudiándolo año y medio. El San Pedro procede de una familia Vasca. Lo voy a publicar pronto porque preparo un texto donde hablaré de esa pintura. Un saludo.

Boro dijo...

Muchas gracias, esperaré su texto. Realmente resultan muy interesantes estas pinturas en principio anónimas o difíciles de adscribir a alguien con claridad de esa primera época del naturalismo en Sevilla. Esta bien que aunque bajo cartela anónima entren en los museos.

Boro dijo...

Supongo que habrá visto que se subasta en Sotheby´s en Julio el Sacrificio de Isaac de la colección Piasecka con atribución a Cavarozzi. Siempre fue una obra discutida pero deben estar muy convencidos para "rebajar" la atribución de cara a una subasta
http://www.sothebys.com/en/auctions/2014/old-master-british-paintings-evening-l14033.html

Benito Navarrete dijo...

Efectivamente la obra creo que es Cavarozzi. En la misma medida que lo es el San Juan Bautista de la Catedral de Toledo. Es algo ya aceptado por buena parte de los historiadores que se dedican al primer naturalismo. Le recomiendo que ve la tesis doctoral de Marieke von Bernstoff donde se habla de todo esto. Un saludo. Benito