miércoles, 25 de diciembre de 2013

Una copia de Murillo depositada en la Catedral de Guadix

Hace unas semanas los medios de comunicación se hicieron eco de un nuevo "descubrimiento" de la historia de la pintura española. Se trataba, según aseguraron varios medios, de un Ecce Homo de Murillo que había sido adquirido por el párroco Joaquín Caler a una familia sevillana y sustentaban la atribución con el análisis de Enrique Pareja López y del restaurador Manuel Chiappi. Lamentablemente no podemos estar de acuerdo con este juicio ya que la pintura tiene la característica dureza y sequedad en el rostro del Cristo de una copia de época.
El lienzo ahora depositado en la catedral de Guadix no es más que una copia del original procedente de la colección de August Heckscher y hoy en el Heckscher Museum en Huntington Nueva York. Esta pintura reconocida como el original de Murillo desde los tiempos de August L. Mayer, 1923, fue publicada por Diego Angulo en 1981 en su catálogo razonado de Murillo (vol II, nº 1531) y recientemente por Enrique Valdivieso en el suyo (2010, p. 437, nº 248).
No hay más que comparar los dos rostros de Cristo para advertir la mayor sequedad y dureza del de Guadix y la delicada y sedosa pincelada tan característica de Murillo en el hoy conservado en el Heckscher Museum. En este tipo de obras pintadas en torno a 1660-1665 su pincelada y la atmósfera que crea son inigualables y tienen como obra cumbre el soberbio Ecce Homo de la colección Francis Cook de Londres y récord internacional del artista cuando compareció en venta pública en Christie's Londres el 12 de agosto de 2005. Pero además, podemos advertir viendo las dos imágenes, que la pintura ahora dada a conocer está cortada, siendo una reducción con una intención devocional y presenta una mayor aspereza en la piel del cuerpo del Cristo que es mucho más dorada y con las características carnaciones de Murillo en la del museo estadounidense. Por tanto, y según nuestra opinión, la pintura de Guadix lo que confirma es la fuerza y el poder de los modelos de Murillo que se copiaron y repitieron con un interés piadoso.

sábado, 29 de junio de 2013

El San Juanito de Miguel Ángel de Úbeda y su restauración en Florencia o la percepción de la genialidad


Gracias a la preocupación del duque de Segorbe por la conservación del patrimonio de la Casa Ducal de Medinaceli, ha sido restaurado en colaboración con el gobierno italiano en el Opificio delle Pietre Dure di Firenze, el San Juan Bautista cuyos restos marmóreos se conservaban en la iglesia del Salvador de Úbeda tras la brutal agresión originada en 1936 durante la Guerra Civil. La fotografía que conserva el Archivo Moreno del Instituto del Patrimonio Cultural de España es bastante elocuente de la belleza de la obra, probable regalo de Cosimo I de Medici al secretario del emperador Carlos V, Francisco de los Cobos.
Desde que fuera publicada como un original de Miguel Ángel por Manuel Gómez Moreno en 1930 los estudiosos en la obra del escultor florentino se han mantenido escépticos o no han entrado en el tema, fundamentalmente por la imposibilidad de estudiarla por su destrucción en 1936. Se custodiaban los restos de mármol en un porcentaje que hacía prácticamente imposible una reconstrucción con las técnicas existentes hasta hace unos años. Ya hubo otras tentativas de intervención pero probablemente el riesgo a un fracaso impidió no hacerlo hasta hoy.
El resultado es ciertamente espectacular y además ha venido acompañado de un completo, exhaustivo y riguroso estudio científico y documental del profesor de la universidad Federico II di Napoli, Francesco Caglioti en la revista Prospettiva que vincula esta obra con el San Giovannino marmoreo esculpido por Miguel Ángel entre 1495 y 1496 para Lorenzo di Pierfrancesco de Medici mencionado por Ascanio Condivi en su biografía sobre Miguel Ángel, escrita en 1553 y posteriormente da cuenta de ello Vasari en la segunda edición de sus Vidas de artistas. Esta obra según Caglioti sería regalada por Cosimo de Medici a Francisco de los Cobos en 1537, dejando prueba de ello en la correspondencia conservada en el Archivo de Estado de Florencia e indicando que esa escultura la enviaba vía Cartagena. Lo cierto es que hoy podemos disfrutar de esta escultura reconstruida gracias a las técnicas de la restauración asistida por 3D de los laboratorios del Opificio delle Pietre Dure de Florencia. Recrear en tres dimensiones los volúmenes gracias a antiguas fotografías nos sumerge en otro complicado mundo al que hay que traer a colación la Carta del Restauro de 1972.
















En este documento que ha sido la hoja de ruta hasta el presente para los criterios de restauración e intervención en los bienes culturales, se prohíbe expresamente: "Complementos estilísticos o analógicos, incluso en formas simplificadas y aunque existan documentos gráficos o plásticos que puedan indicar cuál hubiera sido el estado o el aspecto de la obra completa" y admite como correcto que se hagan "Añadidos de partes en función estática o reintegraciones de pequeñas partes históricamente verificadas, llevadas a cabo según los casos o determinando de forma clara la periferia de las integraciones o bien adoptando material diferenciado aunque acorde, claramente distinguible a simple vista, en particular en los puntos de encuentro con las partes antiguas, que además deben ser marcados y fechados donde sea posible". Ante estas circunstancias hay que contemplar que gracias a las nuevas tecnologías los criterios actuales no pueden ser los mismos que cuando se promulga la carta del restauro, y por otra parte, existe sobre todo en museos de EEUU como el Metropolitan de Nueva York, departamentos especializados en estas nuevas técnicas de reconstrucción como el que dirige Ronald Street que la pasada semana presentó la interesante ponencia "3-Dimensional Scanning at The Metropolitan Museum: Reproductions, Facsimiles, Conservation, Documentation and Cultural Exchange" dentro del congreso internacional celebrado en Florencia para estudiar "Il San Giovannino di Úbeda restituito" entre el 24 y 25 de junio. Particularmente pienso que el trabajo ha sido, desde luego, una aportación interesante y que debe considerarse como un experimento científico en el campo de la conservación de los bienes culturales. Es además reversible y en el momento que aparezcan mas fragmentos pueden reintegrarse. Digo esto porque siempre en Úbeda la tradición oral ha mantenido que existen más fragmentos que fueron recogidos. En cualquier caso esta importante contribución deja lugar a otra reflexión mucho más importante. Recuerdo en un artículo de Umberto Eco cuando fue inaugurada la neo cueva de Altamira su comentario acerca de las emociones que recibe el público ante la contemplación de una obra de arte original y única. El sentimiento de lo sagrado, la emoción de contemplar una obra maestra nacida de la mente del genio creador. Es precisamente esto lo que nos planteamos ante la contemplación del San Juanito reconstruido. El goce o la emoción surge de la pureza del arte. Lo que te emociona y lo que te conmueve es arte. Y con esta reconstrucción lo que tenemos es un documento histórico y patrimonial fruto de las nuevas tecnologías. Esto en cambio nos habla de la importancia de la tutela de los bienes culturales en manos privadas cuando recaen en personas preocupadas por el conocimiento y por la difusión de su propio patrimonio, como es la Fundación Cultural de la Casa Ducal de Medinaceli.

sábado, 18 de mayo de 2013

Sobre emociones, sensaciones: A propósito de las Santas de Zurbarán

¿En qué consiste el arte? ¿Es arte todo aquello que nos emociona? ¿Qué capacidad de conmover o de transmitir tiene una obra de arte? ¿Se puede seguir generando belleza a partir de la creación artística del barroco en la actualidad? ¿Puede Zurbarán seguir propiciando emociones y generando sensaciones como las que transmitía en el siglo XVII? Todas estas preguntas intento plantearlas en la exposición Santas de Zurbarán. Devoción y Persuasión. Más que una exposición es una nueva apuesta de seducir al público intentando interactuar con sus sensaciones al contemplar la imagen sagrada de estas santas y la forma de recepción de la misma por parte del público. ¿Es una santa virgen o una dama mundana? Lo humano y lo divino confundiendo al espectador, y de esa confusión nace la creación a partir de la inspiración que generan las santas de Zurbarán en nuestros diseñadores actuales. La exposición por tanto es una llamada a todo el público a iniciar un viaje por el proceso creativo partiendo del impacto que genera en otro creador la concepción del cuerpo femenino de Zurbarán. Cristóbal Balenciaga lo tuvo muy presente e intentó acercarse a construir formas en torno al cuerpo de la mujer como si de una arquitectura se tratara. Lo expone Javier González de Durana en su texto del catálogo de la exposición. Ambos artistas renuncian a lo sexual para potenciar lo sensual. La mujer como heroína, como modelo de virtus que potencia la elegancia con unas telas que enmascaran su cuerpo y potencian, en cambio, su presencia. Es ese sentido potente, escultural, eterno el que se ha querido subrayar en esta exposición gracias al montaje que ha realizado GPD, que intenta en todo momento subrayar el discurso de la devoción y la persuasión interactuando con los visitantes, gestionando sus propias emociones y conduciéndoles por una senda que los transporte a un mundo soñado en el que se confunda la realidad con la visión, la aparición con la creación. Porque es un viaje que conlleva a valorar la belleza, a crear otro tipo de sensaciones que atemperen el dolor y potencien lo bello. De lo bello a lo sublime. En un mundo y en una sociedad que busca lo banal, lo zafio, lo burdo no está mal reivindicar el triunfo de la belleza de lo diferente que nos hace más fuertes y nos tiende una mano a la esperanza. Porque solo con la cultura, con la creación y con el triunfo de lo sensible podremos construir un mundo mejor en el que la demanda de otros valores sean lo verdaderamente deseable porque decir cultura, como dice Umberto Eco, es decir crisis, y de estas situaciones surgen y emergen los verdaderos valores.

sábado, 16 de febrero de 2013

Zurbarán by Victorio y Lucchino

Representan lo mejor de la moda andaluza. Han desfilado en las pasarelas más importantes del mundo y nada más dirigirnos a ellos accedieron con ilusión y generosidad a colaborar en el proyecto Santas de Zurbarán: Devoción y Persuasión. Gracias al respaldo del Alcalde de Sevilla Juan Ignacio Zoido y a la confianza de la Delegada de Cultura María del Mar Sánchez Estrella esta exposición y todo lo que representa la obra total, escenográfica, teatral, de diseño y expositiva va siendo una realidad y se consumará el próximo 3 de mayo. ¿Cómo interpretar la elegancia zurbaranesca desde la contemporaneidad? Empaparse de lo clásico para convertirlo en vanguardia. Dar lo mejor de sí mismos sin traicionar al maestro. Mirar al pasado pero con vistas al futuro. Y Sevilla dando lo mejor de sí misma gracias al apoyo de personas que fomentan la excelencia y que no ponen freno a la creación sino que la potencian porque creen en una ciudad mejor, y lo creen en el momento más difícil, sin dar la espalda a nadie. Porque ellos han dado mucho y lo van a seguir dando. Y son la imagen de los creadores en el momento actual. La devoción se convierte en persuasión, y el brocatel y el damasco bordado sobre tafetán rosado se torna en la verdadera esencia de la elegancia. Hilvanando ilusiones y bordando refinamiento. La excusa perfecta para medirse en la distancia, sin rivalidad, como el que mira al viejo y admirado maestro de Fuente de Cantos. Y lo hacen desde el obrador donde Velázquez construyó sus sueños, y donde tienen su taller, donde despertó sus primeras ilusiones y ellos tejen el amor a lo bien hecho, con primor artesano. Y lo hacen porque se han quedado en la ciudad que aman, en la ciudad que les inspira y en la ciudad que los reconoce. Por ello forman parte de este canto a la esperanza. El sueño que ha hecho posible María del Mar Sánchez Estrella. Porque cree en las ideas, porque apoya el talento y porque quiere a Sevilla.