Uno de los mayores retos de los gestores culturales es conseguir hacer atractiva la visita de los sitios patrimoniales que custodian y sobre todo hacerla accesible al ciudadano, conjugando el interés científico con un registro idiomático adaptado a todos los públicos. Es lo que vulgarmente denominamos divulgar. Lo ideal lógicamente es la alta divulgación en la que reconciliamos a ambos públicos a los que nos dirigimos: el científico y el popular. Esto es precisamente lo que ha conseguido el Patronato de la Alhambra y la iniciativa de María del Mar Villafranca al firmar un acuerdo de financiación con la prestigiosa fundación sin ánimo de lucro World Monuments Found y con la Fundación American Express. Con este acuerdo se consigue crear una aplicación interactiva para poder visitar virtualmente los ámbitos desconocidos de la Alhambra. Aquellos tuneles y pasadizos ocultos al visitante que están llenos de historia y recuerdos, cobran vida gracias a este programa que pronto estará accesible a todos los viajeros. Lo cuenta hoy en un artículo que os recomiendo Borja Hermoso en El País: Historias de una Alhambra escondida. Es una idea brillante porque acerca el patrimonio a todos los públicos consiguiendo reconciliar el deseo de conocimiento de lo desconocido para el investigador y el de aventura para el público profano que descubre así la Alhambra oculta. Una vez más el Patrimonio como objeto de conocimiento y deleite, siendo el beneficiado el propio bien patrimonial que cobra más protagonismo y se hace mucho más accesible para todos.
1 comentario:
Hola, Benito!
Magnífica entrada. Me llamo Daniel Cebolla, estuve en tu clase de hª del arte moderno este año. Te dejo mi blog por si quieres echarle un vistazo:
http://tempusfugitdcglez.blogspot.com/
Un saludo!
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